martes, 7 de diciembre de 2010

it's always better when we're together

Parte Dos

-Eh.. Hola –Dijo mirándome fijamente. Seguía nervioso.

-Nick Jonas!?- Pregunté resaltando el JONAS. ¿¡Qué!? Un día después de que lo había conocido, y solo me saqué una foto, como cualquier fan, el mismísimo NICK JONAS toca mi puerta? Caminé hacia fuera para acercarme más a él, y de algún modo verificar que no estaba loca.

-Eso creo –Sonrió- Supongo que no querés ir a dar una vuelta conmigo… ¿Me equivoco?

-En realidad sí –Le correspondí la sonrisa, pero aún mi cara mostraba asombro. Verán, no era algo normal en mi vida que las celebridades aparecieran por mi casa, y menos mi ídolo y el chico que era mi amor platónico- Me gustaría dar un paseo con vos. Esperame.

Entré devuelta a mi casa, agarré las llaves, mi iPhone y me perfumé. Volví hacía donde él estaba rápidamente ¿Y qué si hubiera desaparecido?

Pero estaba ahí parado, esperándome a mí. Lo miré curiosa. Él seguía de pie frente a mi, intercambiamos miradas. Yo estaba realmente desconcertada. ¿Cómo había llegado? ¿Qué quería? ¿Qué…?

-A que se debe tu inusual… visita, Nick Jonas? –Dije, mientras empezaba a caminar, nuevamente remarcando su nombre al pronunciarlo. El me siguió y sonrió. Yo lo miraba incrédula.

-La realidad es que ayer cuando fuiste a vernos, quiero decir, a Miley y a mi, al salir del restaurant para sacarte una foto –Hablaba rápida y atropelladamente- te vi, y –Hizo una pausa, y me observó de pies a cabeza. Hizo un gesto, y supe que se estaba guardando palabras- Dije que íbamos de simple paseo por la ciudad, pero te seguí cuando volvías en bicicleta, para saber donde vivís, para poder venir hoy. -Terminó su explicación, esperando que yo diga algo.

Bueno. Muchas cosas que asimilar. La más extraña, difícil de entender e imposible: Le gusto a Nick Jonas. El me siguió para saber donde vivía y poder venir a buscarme. ¿Alguien que me pellizque? Qué locura.

-La verdad es que… no sé que decir. –Dije sinceramente. Él otra vez me sonrió. Todo el tiempo me sonreía. No me iba a poder resistir mucho más.

-¿Qué te parece si empezamos por salir y hablar? Solo –dirigó sus ojos hacia otra dirección, metiendo las manos en los bolsillos delanteros de su jean- para conocernos.

-Seguro. –Le sonreí-

Caminamos por los alrededores de mi casa y afortunadamente ningún paparazzi acudió. Supuse que esta visita no le causaría demasiada gracia a Miley, a pesar de que no había nada entre nosotros. Hablamos toda la caminata a paso lento, que duro una hora y minutos. La charla estuvo prácticamente basada en mí. Le conté mi edad, que me gustaba hacer, y anécdotas, y el acotaba con cosas que el también había pasado. Las giras, la convivencia con sus hermanos. No me animé a preguntarle por Miley ya que no tenía la confianza como para tocar el tema de las relaciones y el tampoco la mencionó. Cuando nos despedimos, en la puerta de mi casa, surgieron todas las preguntas a mi mente. ¿Por qué me había seguido? ¿Por qué me había buscado? ¿Por qué se interesó en mí? Todas dudas que quedarían sin responder por un tiempo indefinido, cosas que quería saber inmediatamente. Tenía la curiosidad y el nerviosismo a flor de piel.

El pidió mi celular, y nos intercambiamos números.

Al saludarnos fue algo raro, un beso en la mejilla, un apretón de manos, un abrazo… ¿Como tenía que ser con un chico que recién acababa de conocer pero sin embargo lo conocía tanto? Para mi suerte, el lo hizo. Me abrazó con un solo brazo, pretendiendo que sea lo más casual posible, y me dijo al oído

–Nos vemos, Faith-.

Y yo me quedé parada en la puerta, mirando como se iba, con su andar despreocupado. Como me gustaba cuando decía mi nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario