domingo, 2 de enero de 2011

Lit's always better when we're together

Parte Trece

Y tal como lo vaticiné, al rato de haberme acostado el timbre sonó. Me levanté a abrir la puerta sabiendo quien era, y la persona del otro lado la empujó y se metió en mi palier, sin esperar mi bendición para dejarlo pasar.

-Faith, que es todo esto? –Me gritó el joven de cabello rizado, con una cara que la cubría la piel blanca y preciosa, con un lunar que decoraba el centro de su mejilla. Era un rostro angelical pero lleno de enojo.

-Nick, calmate, baja la voz que es tarde. –Le dije en tono normal, como si no pasara nada.

-¿Me estás tomando el pelo? –Me preguntó él seriamente- ¿Como queres que baje la voz? –La ira se iba apoderando de él cada vez más- ¿Cómo queres que me calme? ¿¡Con mi hermano, Faith, con mi hermano tenía que ser!?

El me gritaba, buscando respuestas, estaba indignado. Y yo estaba dolida, y buscaba una contestación válida, que sea algo creíble para responderle. No podía decirle ‘Estoy saliendo con tu hermano porque no me puedo olvidar de vos’. No.

-Perdoname, Nick. –Fue lo único que llegué a decir antes de que me interrumpa-

-¿Perdoname? Que te perdone, me estas diciendo? –Me decía incrédulo mientras gesticulaba- Vos tenés una idea de lo que me estas haciendo? Estas saliendo con mi hermano. Es lo peor que me podría haber pasado en la vida.

-Vos estas con Miley… no veo porque no puedo hacer yo mi vida.

-Es muy diferente, Miley no es tu hermana. –Me decía mientras negaba con la cabeza rápida y nerviosamente.

-Es mi mejor amiga –Señalé, tratando de llevarle la contra.

-Faith, por favor, se hicieron amigas mucho después de todo.

Hice un silencio. Él me había ganado. Me recosté contra la fría pared y pensé mi respuesta.

-Bueno. –Miré al piso- Uno no elige de quien enamorarse. Y eso lo sabes muy bien, ¿No?

-Enamorada? Estas enamorada de mi hermano? De que me estas hablando, Faith? –Me discutía en un tono muy fuerte- Donde estuve yo mientras te enamoraste de mi hermano? Donde?

-Y… -Iba a empezar a contestar cuando me silenció.

-Callate, callate. No puedo creer lo que estas haciendo. Me estas haciendo mierda, lo sabes, ¿No?

Que me dijera eso era un baldazo de agua fría. No me lo esperaba, traté de contener las lágrimas.

-Perdoname… no… -Volví a bajar la mirada para esconder una lágrima que se me escapaba.

-Donde quedó todo lo que sentías por mi? Alguna vez sentiste algo por mi, siquiera? –Se acercó a mí y me agarró el rostro con sus manazas.

-Sabes que sí, pero ya… -Levanté la mirada y busqué sus ojos color café profundos- ya no está acá lo que sentía.

-No está acá? Que me querés decir?

Hicimos silencio. Esto era lo más difícil que había tenido que hacer, ¿Esto valía la pena? ¿Debería cuidar mi amistad con Miley, y mi amor por ella y Nick juntos? ¿Debería sacrificar mi relación con él, debería renunciar al amor de mi vida, para que sea feliz con otra mujer? ¿Valía la pena romperle el corazón?

-Faith, ¿Que me queres decir? ¿Ya no me amás?

Los ojos de Nick comenzaron a vidriarse. Las mejillas se le enrojecieron y al ver que no contestaba, soltó mi cara.

-No me amás más? Ya… no sentís nada por mi?

Seguí sin contestar.

-Faith, no me amás más? –Gritó, desesperado.

-No. –Mentí, y fui tajante. Tenía ganas de correr a abrazarlo y decirle la verdad, que lo amaba con locura, que estaba más enamorada que nunca y que era el amor de mi vida. Pero no podía.

-No? –Me preguntó devuelta, encontraba mi respuesta absurda. Al comprender el sentido de mis palabras, una lágrima corrió por su rostro de ángel perturbado.

Hacerle daño me rompía el corazón en mil pedazos.

-Perdón por molestarte. Que seas muy feliz, Faith.

Se despidió de mí dándome un beso en la coronilla, y luego se fue de mi casa en un abrir y cerrar de ojos.

Yo no dormí en toda la noche y tenía un dolor en el pecho como si me lo hubieran perforado con una excavadora eléctrica. Las lágrimas caían como cataratas incontenibles por mis ojos. Los sollozos no cesaban.

Este era el comienzo de mi vida sin él.

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